El perro Aïdi es proveniente del norte de África, el aïdi o perro de las montañas del Atlas cuenta con una amplia y basta historia a sus espaldas. Esto es así debido a que se trata de una de las razas caninas más antiguas del mundo.
Estos perros, esbeltos y robustos a la vez, encarnan el mismísimo espíritu de la valentía y la fiereza, puesto que son famosos por enfrentarse a los más temibles depredadores para defender al ganado al que suele guardar en las montañas del Atlas, así como los territorios de los que ejercen como guardianes. Si quieres conocer todas las características del aïdi, sus cuidados y posibles problemas de salud.
Origen del perro de las montañas del Atlas
El aïdi es una raza de perro originaria de la zona norte de África, en concreto de Marruecos. Estos perros han ejercido tradicionalmente funciones de pastoreo entre los rebaños pertenecientes a los campesinos del norte del Atlas, entre los que es popular desde hace cientos de años, siendo una raza realmente antigua, con una amplia historia en su región de origen.
Sin embargo, sus funciones como pastor difieren mucho de las demás razas pastoras del resto del mundo, pues lejos de guiar los rebaños, el aïdi se encarga de protegerlo fieramente ante posibles depredadores. También es habitual verlos como perros guardianes de casas y fincas por todo el Atlas.
Sus Características
El perro de las montañas del Atlas es un perro de tamaño grande, pues, según el estándar oficial de la raza, su altura suele rondar los 52-62 centímetros y su peso se encuentra entre los 33 y 45 kilogramos. La esperanza de vida habitual en esta raza es de entre 12 y 14 años.
El cuerpo del aïdi es rústico y presenta una desarrollada musculatura, sin embargo, su aspecto es ligero y equilibrado, no luciendo como un moloso. Su cabeza es bastante distintiva, muy fina y marcadamente triangular. En ella resaltan sus medianos ojos de color oscuro y su trufa negra. La orejas, de largo moderado, cuelga a los lados y presentan las puntas redondeadas.
El pelo de un aïdi es semilargo y muy denso, presentando una mayor longitud en el cuello, la garganta y la cola, mientras que en la cara y las orejas es más corto, fino y ralo.
Sus Colores
El pelaje del perro de las montañas del Atlas puede presentar diversas tonalidades: blanco, arena, leonado, rojizo, atigrado, blanco y negro, blanco y leonado más o menos carbonado, así como tricolor.
Uno de los patrones más habituales es el compuesto por manchas distribuidas formando una manta y un gorro, separados por una banda con una línea que se va agrandando progresivamente. La trufa y los labios están bien pigmentados, siendo ambos de color negro absoluto.
El perro de las montañas del Atlas cachorro
El aïdi como cachorro no presenta ninguna peculiaridad en comparación con cualquier otro perro de su misma edad. Son perros muy dóciles, sobre todo con su familia, aunque es habitual que desde pequeños desconfíen de los extraños, mostrándose recelosos ante gente desconocida.
Al igual que en todas las razas, se recomienda comenzar con la educación básica tan pronto como sea posible, pues aunque dóciles, muchos perros se vuelven rebeldes y traviesos si nadie se encarga de enseñarles. Además, hay que mantener una cierta disciplina para evitar que se vuelvan caprichosos o antojadizos, enseñándoles a convivir de forma respetuosa con los que le rodean. Por último, si se aburre o permanece tiempo inactivo o solo puede llegar a volverse muy destructivo, impulsivo, inquieto y ladrador.
Su Carácter
Si existe una palabra para definir el carácter del perro de las montañas del Atlas es la de «fidelidad«. Estos canes son extremadamente fieles, destacando su lealtad por sus dueños, a los que defienden fieramente de cualquier posible peligro. Son, además, perros sumamente afectuosos y dóciles tanto con su tutor (persona de referencia) como con todos los miembros de su familia.
El aïdi es un perro que se caracteriza por sus dotes como guardián, esto se debe a que son valerosos e implacables cuando tienen que afrontar algún peligro. Habitualmente, ejercen labores de perro guardián por ello, siendo muy protectores y no teniendo reparos ante ningún peligro. En este sentido, destaca también su capacidad para detectar las amenazas y peligros potenciales, por lo que siempre está alerta y dando respuestas realmente veloces y eficaces.
Cuidados del perro de las montañas del Atlas
Dadas las características que hemos ido mencionando, como por ejemplo que es un perro guardián acostumbrado tradicionalmente a vivir en un entorno rural, esta raza requiere ciertas atenciones. Para empezar, se recomienda que si tenemos a un aïdi en casa esta cuente con un amplio espacio abierto, en el que el animal pueda jugar y correr a su antojo, ya que son perros muy activos que necesitan realizar una gran cantidad de ejercicio a diario. Necesitan mantenerse activos tanto física como mentalmente, por lo que se recomienda que tengan juguetes o entretenimientos que faciliten esto a su disposición.
Por todo ello, suele pasar que se adapten de forma dificultosa a la vida en la ciudad, en pisos o apartamentos, incluso en aquellos de mayor tamaño. Esto es así debido a que sus necesidades de ejercicio son muy elevadas. Igualmente, no es aconsejable que estén solos en casas sin jardín ni patio exterior durante mucho tiempo por esto mismo, su necesidad de correr y jugar harán que se tornen destructivos con el mobiliario o ladradores por la ansiedad y el estrés.
En cuanto a los cuidados del aïdi diarios, es necesario vigilar su alimentación, pues son muy glotones y tendentes a desarrollar sobrepeso con mucha facilidad. También es fundamental cepillar regularmente su pelaje para evitar enredos y acumulación de pelos muertos.
Educación del Aïdi
El aïdi es normalmente un perro con mucha predisposición a la acción, además es muy obediente. Esta combinación hace que aprenda a una gran velocidad a realizar diferentes actividades. Por ello, es un perro tan valorado como perro de trabajo, ya que además de ser muy obediente, es fiel, despierto y muy territorial, lo que le hace un guardián ideal frente a extraños y depredadores.
Aunque dentro de su círculo familiar puede mostrarse algo obstinado, si seguimos unas pautas básicas acerca de su educación y establecemos hábitos saludables, no habrá problemas. El aïdi es una de las razas que mejor responde al adiestramiento, aprendiendo habilidades realmente complicadas sin mucho esfuerzo. Así mismo, es un perro calmado y muy equilibrado. Eso sí, como en todos los perros, para instruirlo es recomendable recurrir a técnicas como el refuerzo positivo. Los castigos, la violencia o los gritos no funcionan con aïdi, ni con ningún otro can, debido a que esto solo genera miedos, ansiedad, estrés y frustración en el can, estados nada recomendables.
Pese a ser un perro equilibrado y obediente, es importante resaltar que también suele ser dominante con otros perros y muy desconfiado ante desconocidos, por lo que se recomienda que las presentaciones y acercamientos sean controlados y progresivos. Por esto, resulta vital realizar una correcta socialización del perro como parte de la educación del aïdi, ¡y cuanto antes mejor.
La Salud del Aïdi
Los aïdi son unos canes con una buena salud en general, sin embargo, esto no los deja exentos de padecer diversas afecciones. Algunas de las más frecuentes son aquellas relacionadas con su gran tamaño, pues están ligadas a razas grandes o gigantes. Algunos ejemplos de estas enfermedades son la displasia de cadera, de codo, de rótula y la torsión de estómago, entre otras.
Además, se aconseja la revisión frecuente de sus oídos, pues tienden a desarrollar hongos debido a la morfología de sus orejas, que hace que se retenga más la humedad, propiciando la proliferación de microorganismos dañinos. Por supuesto, no han de descuidarse las visitas al veterinario, que han de hacerse de forma regular para mantener a nuestro can protegido frente a diversas infecciones. Por ello, es importante mantenerlos vacunados y desparasitados.
¿Dónde adoptar un perro de las montañas del Atlas?
Salvo en Marruecos o la zona norte de África, hemos de tener en cuenta que esta raza canina no es muy habitual ni en Europa ni en Asia, América u Oceanía. Por ello, si buscamos adoptar un aïdi específicamente para que conforme parte de nuestra familia, probablemente nos cueste un poco localizar un ejemplar de esta raza.
Sin embargo, no hemos de rendirnos antes de intentarlo, podemos ponernos en contacto con los refugios, protectoras y asociaciones de animales de nuestra zona para preguntar si hay algún perro de las características buscadas. Si no hubiera en ese momento, podemos ser pacientes y esperar el aviso de la entidad si les entrara alguno o ampliar el ratio de búsqueda a lugares algo menos cercanos.
Siempre es preferible adoptar a un perro a comprarlo, ya que así estaremos dando una oportunidad a ese animal de salir de una vida de abandono y soledad, brindándole la oportunidad de unirse a nuestra propia familia.
Imágenes del perro Aïdi
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